Que escuchar, cantar y bailar la música que nos gusta nos hace bien al ánimo, no es ninguna novedad. Sabemos que si queremos hacer algo positivo por nuestro cerebro, podemos encender nuestro reproductor y cantar alguna de nuestras canciones favoritas. Parece simple, pero en realidad lo que estamos haciendo es someter a nuestro cerebro a un tipo de entrenamiento que es muy beneficioso para el.
Esto sucede porque la música estimula muchísimas y muy variadas aéreas cerebrales, como por ejemplo, la memoria, el movimiento, o el estado de animo. Incluso científicos han comprobado que puede estimular la actividad cerebral de distintas áreas al mismo tiempo.
Los beneficios que produce toda esta activación cerebral son fundamentales. Estudios han demostrado que hasta el sueño se puede ver beneficiado, junto con la memoria. También permite aliviar periodos de estrés y estimular el pensamiento para diversas aptitudes.
Cuando la música llega a nuestro cerebro, las ondas sonoras se convierten en impulsos nerviosos, liberando dopamina, un neurotransmisor que interviene en la correcta regulación del placer. Escuchar música nos brinda mayor calidad de vida y felicidad, manteniendo bajos los niveles de ansiedad y depresión. Además promueve las interacciones sociales y mejora el bienestar mental al mismo tiempo que disminuye el riesgo de deterioro cognitivo y mejora la salud cerebral.