49 años le alcanzaron a Violeta Parra para convertirse en el mito que tanto su imagen cono su voz alcanzaron. Sus tonos son símbolos de lucha en todos los países de habla hispana y su icono es conocido alrededor de todo el globo. La además artista plástica, poeta, ceramista y trabajadora de la radio, se suicidó el 5 de febrero de 1967, a los 49 años.
Violeta es una de las principales figuras que marcaron el punto de partida del movimiento musical “nueva canción chilena” de la década de los años 50, motivando una evolución del folclore de ese país.
Estudiosa de toda la temática originaria y el profundo folclore chileno, reunió en promedio alrededor de tres mil canciones, entre las más divulgadas podemos encontrar: “Gracias a la vida”, “Casamiento de negros” o melodías como “La jardinera”.
Su legado musical es infinito. Inspiración de muchísimas mujeres que siguieron sus pasos, no solo en Chile, sino en toda Latinoamérica, su artística se caracterizo por sus múltiples fases. Además fue precursora en la implementación del guitarrón en el folclore.
Para siempre constituirá un referente de la música popular chilena para el resto del mundo. La irreverencia de su discurso y su apasionada defensa de los derechos la han convertido en un referente para diversos movimientos y su imagen y voz, pueblan las luchas, como las pobló en vida.
